"No es posible que el Alcalde del Rimac porque se le ocurre que debe ser así, disponga que se talen 10 arboles del Parque Tacna Heroica". E indignada insiste: "La Municipalidad ni siquiera se digna a cuidar ni regar los parques, pero viene y los destruye, afecta todo el trabajo de años que venimos realizando los vecinos de la cuadra".

Le explico que el Ministerio del Ambiente no tiene competencia sobre las acciones que toman los alcaldes distritales o provinciales sobre las áreas verdes y parques que se encuentran en su jurisdicción, que la Ley Orgánica de Municipalidades ha establecido claramente los límites y competencias en cuanto a este aspecto. Frustada, se resigna, me dice: ¡Que pena! ¿Para eso tenemos un Ministerio del Ambiente? Me cuelga.

No son pocas las veces que he atendido este tipo de llamadas en el Ministerio y hasta a mí me cuesta escucharme resignado ante la avasallante lógica y vacíos de nuestro ordenamiento jurídico que no protege las áreas verdes de nuestra capital (¿Cómo será en Provincias?), por más déficit en las mismas, el  mismo que fue determinado hace varios años en un informe elaborado por profesionales que actualmente ocupan cargos en la administración pública municipal. En esa medida, a pesar del diagnóstico conocido, no se conocen propuestas concretas para mejorar la protección legal de las áreas verdes y parques en nuestra capital (pp. 106-107).

En esa medida, lo único planteado hasta  la fecha gira en torno  a un plan de arborización mediante el sembrio de 100 mil árboles en la capital. Sin embargo, eso no basta; por lo que resulta fundamental que se implemente una serie de propuestas legales por parte de las dependencia de la MML, que partiendo del marco legal vigente e inaplicable, les permita tomar el control en la gestión y protección de las áreas verdes y los pocos parques que existen en nuestra capital.

Actualmente, el destino de las áreas verdes de nuestra capital se encuentra en manos de un funcionario de 3er o 4to rango, que simplemente cumple ordenes, dejando de lado los criterios técnicos o el reclamo de los vecinos, quienes son en casi el 99.9% de casos, los únicos que se preocupan por mantener bien cuidado los pocos espacios verdes con los que cuenta su urbanización. Por ello me pregunto: ¿De qué sirve plantar 100 mil árboles? Si mañana o más tarde viene un alcalde cualquiera y decide que talarlos, y lo tala. Pues saben, eso esta pasando hoy día y pasará mañana, y nadie, absolutamente nadie, aún hace algo.